En la naturaleza, la marea alta no solo eleva los barcos, sino que también transforma paisajes enteros con su fuerza y energía. Siguiendo esta analogía, cada uno de nosotros tiene el poder de ser esa marea alta en nuestro entorno, elevando a los demás y creando un ambiente de grandeza y abundancia.
Antes se creía que el líder es aquel que todo lo resuelve como un superman, pero hoy ya no. Ese modelo fue cansado y dejo a muchos solos.
Hoy el liderazgo va enfocado en que cada ser humano trabaje en sí mismo los retos que tiene y aprenda ser un ser humano integro, con virtudes y defectos, que a su vez en equipo aprende a activar el talento de sus colaboradores.
Cada vez que trabajas en ti y activas tu fortaleza interior, inspiras a los demás con tu ejemplo a que sean. Crees que tu entorno requiere mayor energía, vitalidad y amor propio, aquí hay algunas formas de ser la marea alta:
Sé abundante, cada vez que das algo dalo con grandeza, sé abundancia desde lo más profundo de ti, comparte generosamente tus recursos, conocimientos y experiencias con los demás.
Escucha a los demás, hazles preguntas y activa su talento, no abrumas a la gente con tus consejos; activa en ellos la capacidad de superarte y de perseverar en sus sueños.
Y si tienes retos, conviértelos en oportunidades y trabaja en ti, en fortalecer internamente la humildad, la paciencia, el amor propio y las habilidades que requieras para salir de ese desafío con energía y sabiduría.
Cada vez que tú puedes y lo logras, abres el camino para que los que están a tu alrededor se fortalezcan y crean sí mismos.
Facilita la colaboración y el trabajo en equipo. Cuando las personas trabajan juntas, pueden lograr mucho más que individualmente.
En última instancia, ser la marea alta en tu entorno significa ser un faro de inspiración y de apoyo. Cuando eliges irradiar grandeza y abundancia, no solo te beneficias a ti mismo, sino que también elevas a aquellos que te rodean. Tu influencia puede desencadenar un efecto dominó de crecimiento y éxito en la vida de muchas personas. Recuerda, cuando eliges ser la marea alta, todos los barcos a tu alrededor se elevan.